Rojo - Emiliano Rodriguez Montiel

Renzo le dio clases a Julia durante dos años. En ese tiempo ocurrieron las cosas más importantes de esta historia. Julia, al llegar a su casa después de la primera clase, agarró la billetera del padre, le sacó una suma exagerada y se fue corriendo a la librería del centro, en colectivo, llevando anotado en la palma de la mano el nombre de la novela que había «herido» al profesor. Usó ese verbo: herir. Cuando lo dijo Julia se lo imaginó todo rojo: el libro rojo, las paredes rojas, la remera y el pantalón de Renzo rojos, sus ojos rojos, los zapatos de Renzo rojos y un gran charco de sangre roja en el centro de la escena. Renzo, en cambio, después de aquella primera clase, se encerró en su pieza, falseó la hora del día corriendo las cortinas y se acostó a rebobinar todas las imágenes que había capturado de su alumna. Julia en la primera fila, junto al pizarrón, esperando que empiece la clase. Las cejas de Julia, en la primera fila, junto al pizarrón, recuperándose de la...