El muñeco maldito o las desgracias de la ventriloquía - Rafael Arce
En los 90 fui al cine a ver From Dusk Till Dawn sin saber quién era Robert Rodriguez. Solo conocía a Tarantino, que actuaba en la película y había participado del guion. Como tampoco sabía nada del argumento, me sorprendió el giro de la trama. From Dusk Till Dawn está partida en dos. La primera parte es una historia tarantinesca, un policial con conversaciones ingeniosas, acción, sangre y humor negro. La segunda es “rodriguezca”: una mezcla de película de acción y de vampiros, un pastiche gore en el que los cuerpos estallan junto con el verosímil. Si los temas fueran del gusto de Aira, podría haber escrito una novela así: a mitad de camino, todo se va a la mierda. El muñeco de José Retik también está partida en dos (solo que la fractura es aparente). Con una diferencia no desdeñable: lo que en la película de Rodriguez es brusquedad, giro brutal, en la novela de Retik es transición sutil, elegante, casi imperceptible. Aunque dividida en dos capítulos, no sabemos bien en qué mo