A flote - Manuel Estellés
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Desde que me propusieron leer la primera novela de Katherina Frangi para su presentación hasta que me mandaron el texto, pasaron unos días. Esta lectura se empezó a escribir ahí. Después (que sí importa el después) la novela pasó por arriba de ese comienzo en vacío. Era lo lógico. Pero algo fantasma se quedó. Cuando tuve Memoria de las especies en mis manos, ese fantasma me enseñó a acomodar los pedazos. Katherina Frangi nos trae un rescate. Nos debería dar miedo mirarlo pero nos da ganas. Al empezar, estuve tentado de escribir que nos metía en un post apocalipsis medio juguetón. Pero lo borré, no lo escribí, finalmente. Porque decir una cosa así sería ser conclusivo en un lugar donde solo cabe asomarse, meter la cabeza y preguntarse: ¿a ver? Leí: “Venecianamente, se explica solo.” Y también: “El talento apareció por la práctica. Si no buscaba formas, las hacía aparecer con el alambre.” Siempre es lo mismo pero no se repite. O al revés: siempre lo repito, pero n...